miércoles, 5 de noviembre de 2008

Son mis vecinos tus vecinos son…y les canto esta canción

Es curioso como los vecinos determinan en muchos casos el lugar en el que vives, puedes tener la mejor vivienda de tu ciudad que como te toquen unos vecinos indeseables estarás jodido de por vida.

Y es que siempre ahí vecinos para todo. En nuestro caso tenemos un vecino de plaza de garaje que amortiza los metros cuadrados de su plaza a tope, es decir, aparca su coche y paralelo al mismo su moto.
Nos encontrámos a la hora de coger el coche con que no puedes abrir una puerta.

A las buenas le dijimos al vecino que aparcara bien, pero nos hizo caso omiso y argumento que su plaza es esa y que hace lo que le da la p... gana, asi que no hay nada que hacer.
A las malas hemos optado por hacer lo mismo, con lo cual nosotros no podemos acceder al coche por el lado del pasajero, pero él tampoco lo puede hacer por el lado del conductor. Al final de todos jodidos y contentos.

Este planteamiento me recuerda a mis años de facultad y concretamente al dilema del prisionero, es un caso de aplicación de la teoría de juegos.

La enunciación clásica del dilema del prisionero es:

La policía arresta a dos sospechosos. No hay pruebas suficientes para condenarlos y, tras haberlos separado, los visita a cada uno y les ofrece el mismo trato. Si uno confiesa y su cómplice no, el cómplice será condenado a la pena total, diez años, y el primero será liberado. Si uno calla y el cómplice confiesa, el primero recibirá esa pena y será el cómplice quien salga libre. Si ambos permanecen callados, todo lo que podrán hacer será encerrarlos durante seis meses por un cargo menor. Si ambos confiesan, ambos serán condenados a seis años.

Lo que puede resumirse como:

Vamos a suponer que ambos prisioneros son completamente egoístas y su única meta es reducir su propia estancia en la cárcel. Como prisioneros tienen dos opciones: cooperar con su cómplice y permanecer callado, o traicionar a su cómplice y confesar. El resultado de cada elección depende de la elección del cómplice. Desafortunadamente, uno no conoce qué ha elegido hacer el otro. Incluso si pudiesen hablar entre sí, no podrían estar seguros de confiar mutuamente.

Si uno espera que el cómplice escoja cooperar con él y permanecer en silencio, la opción óptima para el primero sería confesar, lo que significaría que sería liberado inmediatamente, mientras el cómplice tendrá que cumplir una condena de 10 años. Si espera que su cómplice decida confesar, la mejor opción es confesar también, ya que al menos no recibirá la condena completa de 10 años, y sólo tendrá que esperar 6, al igual que el cómplice. Si, sin embargo, ambos decidiesen cooperar y permanecer en silencio, ambos serían liberados en sólo 6 meses.

La naturaleza humana nos hace no cooperar y ser egoísta con lo cual de estar 6 meses en la cárcel estaríamos 6 años.

Pues lo mismo con mi querido vecino…son mis vecinos mis vecinos son y les canto esta canción...

lunes, 3 de noviembre de 2008

Una de moteros


  1. Al tiempo que calculas para llegar a un sitio le tienes que sumar aproximadamente 15 minutos, que es lo que se tarda en sacar el cepo, arrancar la moto, ajustarte la chaqueta, la braga, la mochila, el casco, las gafas, los guantes, abrir la puerta del parking, y ponerte en marcha. Si alguno de estos pasos no lo haces en el orden correcto, habrá una penalización de varios minutos más (sobretodo, si arrancas sin quitar el cepo...)
  2. No tengo ni idea de a qué huelen las nubes, pero el tráfico APESTA (sólo comparable, tal vez, al olor del metro en hora punta). Y luego dicen que el tabaco es malo... Eso sí, si te encuentras en un verde prado, rodeado de flores silvestres, alejado del tráfico y del mundanal ruido, y, a pesar de todo, sigues percibiendo cierta fragancia rancia, entonces una de dos, o tienes un problema de higiene personal o tal vez deberías plantearte lavar el interior del casco.
  3. Todo motero adquiere instantáneamente dos super-poderes: el primero, LA INVISIBILIDAD. Eres un tío de metro noventa, con una chaqueta con reflectantes, un casco XL, en una moto grandota, con tropecientos cromados... y aún así no se te ve entre el tráfico. PRODIGIOSO!. El segundo poder, consiste en que TU, que has visto la luz, si que logras ver a los moteros cuando vas enlatado.
  4. Elijas el día que elijas para lavar tu moto, sea el mes que sea, ese día lloverá. Fijo.
  5. Siempre que entres en una tienda de artículos de moto, saldrás inevitablemente con alguna nueva adquisición, por absurda que sea, y que considerarás indispensable para tu confort motero o el buen hacer de la conducción de tu máquina. Sólo al llegar a casa y enseñar la factura a tu mujer recapacitarás sobre la necesidad o no de dicho artículo.
  6. Cuando estás en un semáforo parado y la gente se queda mirando tu scooter (o similar) pensando que debe ser una moto de mayor cilindrada, alza la cabeza con orgullo y dale suavemente al gas para que se oiga el ronco rugido del motor. Eso sí, si tienes la mala suerte de que se pare una Harley a tu lado, baja la vista humildemente, y ni se te ocurra tocar al gas ni por accidente.
  7. Si en un semáforo en rojo sorteas las latas hasta ponerte el primero, haces rugir el gas cuando parpadea el indicador de peatones, e incluso inclinas en cuerpo hacia delante, como si fuera la salida de Montmeló, intenta por todos los medios (físicos, mecánicos, o inclusive místicos) que no se te cale (TRATA DE ARRANCARLO, POR DIOS! TRATA DE ARRANCARLO), ya que dicho suceso provocará, sin lugar a dudas, risas entre los enlatados, toques de claxon, algún insulto ocasional y una merma importante del orgullo propio.
  8. En las películas y en nuestra imaginación, los bares de moteros son antros de tipos duros, de ambiente enrarecido, con una interminable hilera de motarras en la entrada, donde todo el mundo se gira cuando entras, como si de un Saloon del Far West se tratara, sólo sirven bourbon de Kentucky, huele a aceite de cadena y se rompen jetas por meterse con la moto de uno. Y después cuando quedamos en la realidad nos metemos en un bar de carajillo o granja-heladería y nos bebemos un caldito, cafecito o similar, que el carné va por puntos y no sea q nos pillen.
  9. Ir en moto te hace arrepentirte de todas aquellas clases de fisica a las que no prestabas atención; el punto de apoyo, de equilibrio, rozamiento, fuerza centrifuga,... o como evitar (imposible) pegarte un piño, cuando das una curva en pendiente y pasado de velocidad. Ser motero debería dar créditos libres en todas las carreras técnicas conocidas
  10. Si en la lontananza ves un par de motos blancas que vienen en direccion contraria, y ni corto ni perezoso les haces rafagas y esperas a que esten a tu altura para hacerles V'ssss y a corta distancia te das cuenta de que es la benemerita, no te preocupes si se te queda cara de gilipollas. Con suerte te las devuelven; con menos suerte te empapelan y encima se echan unas risas a tu costa
  11. Inexplicablemente el único punto de tu nariz que siempre te pica cuando tienes el casco puesto es justo al que no puedes acceder con guantes y sin quitarte el casco. Evidentemente, cuando logras quitártelo ya te ha dejado de picar.
  12. Subestimarás pasos de cebra, tapas de registro lisas y metálicas, mangueras de riego y otros dispositivos anticarro hasta que notes su efecto en tus carnes. Piensa que todos esos dispositivos están expresamente colocados para conseguir una conducción más amena y emocionante
  13. Siempre que quites el asiento para sacar o guardar cualquier cosa, probablemente acabes olvidándote la llave puesta en la cerradura. No desesperes: es un fallo en el sistema de seguridad del motero sin solución alguna. A pesar de ello, existe un parche llamado Mochila 1.0, que consiste en no llevar nada en ese compartimento y meter todo lo que te haga falta en una pequeña mochila. Ni que decir tiene que esa mochila te la vas a dejar olvidada con toda seguridad en el primer sitio en el que entres.
  14. Si aparcas la moto en pendiente, la fuerza que la mantiene en pié es la de tu mirada, como los poderes de los caballeros Jedi. Cuando creas que está estable y segura y te des la vuelta para marcharte, la oirás caer a tu espalda (y te cagarás en Yoda y la rana que lo parió).
  15. El suelo es duro, el asiento es blando. El suelo es áspero, el asiento es suave. Pese a todo ello, si no sabes donde poner el casco antes de ponértelo o después de quitártelo; SIEMPRE SERA MEJOR DEJARLO EN EL SUELO. Total, va a acabar en él de todos modos y mucho mas deteriorado que si lo hubieses puesto allí directamente.
  16. El objeto más importante y el que necesitarás con más urgencia (por ejemplo, las llaves, el mando del párking, la pasta en un peaje, los condones...) siempre se encontrará en el bolsillo más profundo y recóndito de tu chaqueta. Si dicha chaqueta tiene 25 bolsillos, lo encontrarás tras haber rebuscado en los 24 anteriores.
  17. En un día lluvioso, por mucha equipación que lleves, siempre habrá una rendija por donde pasará el agua u olvidarás ponerte alguna de las piezas del impermeable. Si esa pieza es el cubrecalzado, ese día llevarás mocasines en lugar de botas y calcetines de algodón (que absorben más agua)
  18. La moto y la novia se parecen en dos cosas: nunca encuentras el momento de presentársela a tu madre. Cuando por fin se vean, ella pensará invariablemente "Esta petarda llevará a mi hijo por mal camino"
  19. La hora punta de tráfico de todo el año (y probablemente la de toda la historia conocida) siempre se produce en el momento justo en el que sacas la moto del concesionario por primera vez. El número de coches se multiplicará ante tus ojos como por arte de birlibirloque. Si es tu primera moto, además hará frío y te habrás olvidado los guantes.
  20. No te sorprendas si al principio debes mirar para accionar los mandos de tu moto (luces, intermitentes, cláxon, encendido... los hay que miran hasta el cambio de marchas). Piensa que hay otras muchas cosas que con el tiempo acabas haciendo sin mirar y con naturalidad, como bajarte la bragueta y manipular su contenido bajo una incipiente panza que ya no te deja ni verte los zapatos.
  21. Después de probar la moto o si te estás sacando el carné, para ti el coche no volverá a ser lo mismo. Empezarás a frenar antes en las curvas, y verás claramente ante ti la línea imaginaria de la trazada. Intentarás no frenar sobre las marcas viales y te seguirán preocupando las manchas oscuras de la calzada ("¿será agua, o será aceite?"). Aunque sea enero, y haga un frío que pela, llevarás la ventana semi-abierta para sentir el aire y en el caso de que frene el coche de delante te preguntarás "Si fuera en moto, frenaría a tiempo? O me bloquearía la rueda motriz, ya que no llevo pasajero, causando una pérdida de control y una probable caída?"
  22. La moto es como una estilográfica o como la novia/mujer: se presume de ella ante los amigos, pero no se presta porque te la pueden joder. Según el 95% de foreros una moto es lo mejor que puedes tener entre las piernas (con los pantalones puestos, aclaran algunos). Para una motera no se si será lo mejor, pero fijo que es lo más duro.
  23. Cosas que echas en falta cuando vas en moto: La música, el "Carrussel deportivo", el fumar, el techo, la calefacción, el ABS, el GPS, el asiento de atrás y sus múltiples posibilidades... Cosas que echas en falta cuando vas en coche: LA MOTO!!!
  24. Por mucho que lo intentes evitar, si estas un pelin resfriado, aunque antes de ponerte el casco te suenes los moquillos, apenas circules un kilometro el moquillo volverá a asomar. Es aconsejable (lo contrario es tremendamente grosero) no limpiarte con la "braga", ya que aparte de ser una guarrada monumental, el moco podría congelarse y luego cortarte con él. La única solución aceptable es la resignación: total que te pasas todo el viaje esnifando mocos para que no caigan. Eso sino te viene un estornudo y tienes que parar para limpiar la visera por dentro.
  25. Cuando estrenas moto es importante recordar ciertas cosas: en primer lugar dónde tienes aparcado el coche tras una semana sin pensar en él. En segundo lugar, que el coche lo puedes volver a necesitar alguna vez en la vida (como por ejemplo, para ir al Carreful). En tercer lugar que tu misión es adoctrinar a las gentes de las maravillas del motociclismo (por lo que no debes desplazar a nadie si no es en moto) y en cuarto, pero no menos importante, debes recordar que a tu novia, que vive a 30kms de tu casa, ya la querías ANTES de que te diera la excusa perfecta para coger la moto e ir a verla, y no A CAUSA de esto mismo.
  26. Si se te cala la moto en un semáforo, debes proceder a inclinarte por un lado del motor y hacer como que tocas algo con gesto de "Joer, con toda la exhaustiva preparación técnica y mecánica que he sometido a mi máquina y parece que hay un pequeño desajuste que deberé solventar acariciando suavemente el starter o metiendo los dedos en alguna parte oscura y poco visible del motor, rezando para que no queme y parezca que realmente estoy haciendo algo útil y pofesioná". Así el público casual de dicho evento pensará (o no) que no es que seas un torpón conduciendo y se te haya calado sino que se te ha averiado.
  27. Es curioso como durante un atasco, si vas enlatado intentas hacerte a un lado para dejar espacio a las motos que pasan entre los coches y las mirarás con anhelo. Sin embargo, reconocerás rápidamente al enlatado no-motero, ya que precisamente realizará la maniobra contraria (mirada de odio incluída). Los taxistas tienen la dudosa habilidad de poder posicionar su vehículo de tal modo que no puedes rebasarlos por ninguno de los dos lados.
  28. El punto muerto EXISTE, no es una leyenda ni un mito. Al principio pasaras todo el rato que dura un semáforo pasando de segunda a primera y de primera a segunda, pero tranquilo que un día cojeras el truquillo y podrás soltar la maneta del embrague en un semáforo!!
  29. Nunca creas que vas lo suficientemente abrigado. El frío siempre se acaba colando. Descubrirás que prendas que considerabas bastante cálidas son una auténtica mierda para ir en moto porque entra en el aire por todos los lados. Bendecirás palabras como Cordura, Goretex o Thinsulate.
  30. Cuando eras un enlatado los semáforos duraban siempre una eternidad...Descubrirás que esto cambia cuando vas en moto: el tiempo que dura un semáforo NUNCA es suficiente para cualquier cosa que desees hacer y que implique quitarse los guantes (por ejemplo, mirar a ver quién es el pesado que no para de llamarte al móvil). Da igual que semáforo sea: indefectiblemente se pondrá verde antes de que vuelvas a equiparte.
  31. Cuando te pregunte el de la tienda a la que vas a comprar el casco: 'Para que moto es?', miente como un bellaco. Si el ioputa descubre que es una scooter y no una CBR, como mínimo, no te dejará llevarte el Shoei y ni te mirará a la cara a pesar de que le digas todo lo que piensas gastarte. (Tampoco te dejará llevarte la chaqueta Spidi: total con una 250 el asfalto es más blando)
  32. Cuando quieres tocarle el cláxon al cabrón del coche que ha estado a punto de matarte el tío ya está a un 1km, porque no has encontrado el botón o le has dado al arranque
  33. Tu seguridad es lo primero: deja de mirarte en los escaparates para comprobar lo mucho que molas subido en la moto, y presta atención, que te la vas a dar!
  34. Cuando vayas a entrar en un túnel, te pondrás a buscar el puñetero mando de las luces, y seguramente las quitarás o darás las largas, hasta que te des cuenta de..."Joder, si voy en moto, ya las tengo puestas, melón"
  35. Ante la perspectiva de realizar un trayecto con un pakete novato, debes estar preparado para responder a las siguientes preguntas: "Por dónde me monto?" (por delante, si tienes webos), "Dónde me agarro?" (si es tío a la moto, si es tía, bien pegadita! O a la inversa dependiendo del sexo del piloto), "Los pies van aquí?" (no, las estriberas traseras son para llevar dos cacatúas) "Cuando gires y "tumbes" hacia q lado tengo que tumbar yo?" (hacia la Meca, no te jode?) "Me da miedo, le das mucha caña?" (sólo cuando llevo paketes pelmas). Además prepárate para intentar entablar una conversación de casco a casco en plena autopista, a recibir un coscorrón en cada frenazo (al final piensas que el casco sirve para protegerte precisamente de eso) y para malabarismos como que el pakete intente poner los pies en el suelo en los semáforos.
  36. Recuerda siempre este orden a la hora de equiparte: PRIMERO el casco y SEGUNDO las gafas. Por el contrario, a la hora de desprenderte del equipo: PRIMERO las gafas y SEGUNDO el casco. No respetar este orden puede producir lesiones faciales y una merma considerable del orgullo propio.
  37. Cuando circules por autopista calcula el consumo de tu moto antes de reserva y al alcanzarlo, o cuando se encienda el piloto, si es el caso, para en la primera gasolinera que veas; No pienses "230 Km. y aún no ha entrado reserva, mejor paro en la siguiente" porque dos minutos después entrará la reserva y unos 30 Km después (en los cuales, por supuesto, no habrá ninguna gasolinera) te entrarán unos sudores fríos a tí.
  38. Cuando te caiga una sola gota de agua, para y ponte el traje de lluvia. Para donde sea, enseguida, no te lo pienses. El "son 4 gotas" en moto no funciona. Te caerá lo que crees el gran diluvio universal en el kilómetro siguiente y cuando pares ya estarás empapado (lo curioso es que cuando paras a tiempo, efectivamente sólo son cuatro gotas de mierda, pero no hagas caso, eso sólo ocurre si te paras a poner el traje de lluvia)
  39. Cuando pares a ponerte el mono de lluvia no olvides dejar puesta la llave en el contacto: No es buena idea guardarse la llave en el pantalón.
  40. Cuando veas un coche que va despacio por la carretera, desconfía de él: es tu enemigo. Colócate detrás de él observando atentamente sus maniobras, hazte notar, haz luces, pita, sácale la lengua, que se cabree, hasta que veas que te enseña el dedo índice por la ventanilla; sólo en ese momento te habrás asegurado que te ha visto y no va a girar bruscamente hacia el lado por el que pretendes adelantarle.
  41. Existe un código de comunicación lumínica entre vehículos a motor. Dicho código te lo enseñan en la autoescuela y sirve para indicar maniobras con intermitencia, iluminar para ver y ser visto, hacer ráfagas, avisar que frenas, etc.
  42. Por ciudad, al llegar a un cruce, rotonda o intersección, el coche que te tenga que ceder el paso hará exactamente lo mismo que tu, es decir, si tu aceleras, él acelera, si tu frenas, él frena y asi sucesivamente hasta llegar a la colisión.
  43. Si durante la conducción notas frecuentes y molestos dolores de garganta, a la altura de la nuez, no eches mano de la Lizipaína: es que llevas el casco desabrochado y las hebillas te van golpeando para recordártelo.
  44. Jamás escupas con el casco puesto, en el 90% de las ocasiones tendrás la visera bajada.
  45. La madre Naturaleza es sabia. Por eso, las criaturas más peligrosas y ponzoñosas de la creación, lucen colores chillones para advertir a sus posibles presas/depredadores. Generalmente estos colores son el amarillo combinado con el negro. Pongamos por ejemplo el tigre, las avispas, las toxicas salamandras, algunas serpientes venenosas, y otros peces peligrosos. Pero de todos estos peligros potenciales negros y amarillos, cabe destacar entre todos ellos el más despiadado: EL TAXI DE MADRID. El taxi de Madrid, luciendo orgulloso su combinación de colores, te acecha, se incorpora sin señalizar, te frena en seco, te cierra en cuanto puede, y generalmente el individuo de su interior te martiriza con improperios y aspavientos. Un consejo: EVITALO, tal y como evitarías a todos los nombrados anteriormente. Existen otras especies de taxi con otros distintivos, pero igualmente peligrosos.
  46. No importa lo rápido que pilotes, las pirulas que hagas, lo infalible que te creas y lo seguro que vayas. Cuanto antes te des cuenta de dos cosas mejor para tí. PRIMERA: Siempre (SIEMPRE) habrá quien frene más tarde que tú, quien tumbe más en las curvas, quien esquive mejor los coches y quien haga las pirulas más bestias sin que le pillen. Y generalmente tendrá una moto peor que la tuya. SEGUNDA: No eres infalible. Sé humilde y sobre todo prudente y deja que el tiempo y los kilómetros te curtan como motero. Los experimentos en casa y con gaseosa.
  47. Durante los primeros días de tu despertar motero, te obligarás a manterte en tu carril, señalizar todas las maniobras y hacer cola como todo resignado conductor. De hecho, es posible que te acojone sobremanera la idea de zambullirte en el tráfico rodado y sortear los coches. Tranquilo que todo se pasa. La tentación es demasiado grande y los atascos demasiado lentos. Poco a poco irás aventurándote entre las latas, escogiendo el mejor carril (independientemente de si es el carril BUS o el mismísimo arcén), y te darás cuenta de que es imposible señalizar todas tus maniobras (a menos q seas pianista o neurocirujano y tengas una habilidad dactilar fuera de lo común). Cuando te sitúes entre dos carriles de coches parados y se abra ante tí el hueco que los separa, claramente señalado por la línea discontínua, entonces, y sólo entonces, tendrás la mirada de los mil metros (como en el Vietnam)
  48. La moto, excepto rarísimas excepciones, carece de marcha atrás, por lo que en pendiente debes tener en cuenta lo siguiente: Es relativamente fácil controlar la moto en el sentido descendiente de la rampa, ya que la gravedad y su masa, hacen el trabajo. Lo complicado viene cuando intentas desafiar las leyes de Newton intentando retroceder a pulso en bajada o moverla en subida. Aparte de que no vas a poder, nueve de cada diez fisioterapéutas desaconsejan intentar mover un peso que posiblemente doble o triplique el del individuo, sobre ruedas bien engrasadas y un plano inclinado (el décimo no opina, y sólo apunta que "de algo tendremos que vivir, no?")
  49. No compres la moto por lo que tiene, sino por lo que necesitas que haga.
  50. Olvídate: la velocidad no elimina la suciedad de la moto. Así que suelta un poco el gas y dale al paño de vez en cuando.
  51. Los moteros tardíos, con toda seguridad, acaban planteándose la siguiente cuestión: "Como he podido pasar todos estos años sin moto?!?!". Del mismo modo, las madres de los susodichos siempre acaban llegando a la misma conclusión: " Ahora que pensaba que había sentado cabeza, va y se compra una moto! En que nos hemos equivocado?"

Recopilado de varios foros moteros, gracias a los autores por su colaboración indirecta

viernes, 31 de octubre de 2008

Tanta curva y yo sin frenos

El otro día conducíamos de retorno, de nuestro viaje por La Rioja, Polaris y yo por la carretera de Burgos, cuando, a doscientos kilómetros de Madrid, Polaris me cedió el volante de su coche. Al empezar a conducir note que el freno estaba muy duro y tenía que presionar muy fuerte el pedal para detener el vehículo. Tras decírselo a Polaris, esta se cabreo ...que si soy un exagerado, que si siempre le encuentro problemas a su coche (soy un quejitas), que hace tiempo que no conduzco y que no es como la moto...con lo cual yo ante tal avalancha de quejas me hice pequeñito y seguí conduciendo.

Pero cada vez que tenía que frenar las pasaba canutas y tenia que cargar todo mi peso sobre el pedal para que coche se detuviese... con el tiempo mi pierna derecha se quedo sin fuerzas...acartonada.

Y a todo esto empezamos a subir el puerto de montaña de somosierra, yo temblaba sólo pensando en la bajada, le dije a Polaris, “oye creo que no hago mucho deporte últimamente y siento que me quedo sin fuerzas por eso me cuesta frenar el coche”, tras cinco minutos de debate sobre mi lamentable estado físico, acordamos que haría mas deporte las semanas venideras, del coche acordamos que estaba bien y no había problemas.

Comenzó la bajada y yo frenaba con los dos pies, sudando, rezando porque no fuera a mayores. Pasamos por un radar de limite 80 a 85 y Polaris me dice, ¡no lo viste! y yo que estaba a otra guerra me decía si te dijera como veo que vamos a acabar.


Ya entrando el la capital aquello no frenaba una mierda, y con caravana, peor. Con lo cual mi paciencia estallo y le dije, Polaris este coche no frena una mierda, cuando lleguemos a casa lo compruebas... que parezco paranoico y lo probó y aquello no frenaba y al taller.El mecánico nos dijo que se había picado el tubo del liquido de frenos con lo cual entraba aire en el sistema de frenos.

jueves, 30 de octubre de 2008

LA VENTAJA DE SER CIBERPALETO by polaris

No se vosotros, pero a mí, últimamente en el curro, me están cayendo multitud de marrones “por saber de ordenadores”.
Ahora me asaltan un huevo de preguntas:
¿ A que le llaman saber de ordenadores? Porque yo se lo justito !!!
Si yo se lo justito y soy la que más sabe... ¿ Los demás que saben hacer? ¿ Saben encender el PC o lo solo apagan la pantalla por las noches?

¿Quién coño le ha dicho a mi jefa que soy una usuaria avanzada en informática?
Todo esto viene porque Ashrambo esta “apañando” todas las aplicaciones informáticas, bases de datos y demás de su departamento. De un par de semanas a esta parte no para el tío de zamparse este tipo de marrones.

El Lunes me tocó a mi uno parecido. También enmarronaron a un colega de Timofónica.
Total, que ninguno de los dos sabíamos como funcionada aquello, así que mirando y tocando.... tocamos algo que no había que tocar y jodimos un tema muy gordo.

Yo ( lógicamente) le eche la culpa al colega de Timofónica. Espero que él, ante sus jefes, me ha echara a mi. Así todos en paz.

Este marrón me viene persiguiendo a meses alternos desde Enero, lo que no se muy bien si me cayó a mi porque el resto de mis compañeros se hicieron los suecos o porque realmente solo saben abrir el Outlook, colgar fotos en el Facebook y poco más....

Así que ahora cuando mencionan el temita intento:

  • salir corriendo al baño como si me fuera pata bajo.
  • hacerme la sueca.
  • mirar hacia atrás por le cae el marrón a alguna otra tonta que este detrás mía.
Pero al final tengo que agachar las orejas y decirle a mi jefa “ si Juana”, “ lo que usted mande” o algo por el estilo.