jueves, 30 de abril de 2009

Condiciones para una posible pandemia vírica

La OMS indica que para que pueda aparecer una pandemia, se necesita:
1.Que aparezca un virus nuevo, que no haya circulado previamente y por lo tanto, no exista población inmune a él.
2.Que el virus sea capaz de producir casos graves de enfermedad.
3.Que el virus tenga la capacidad de transmitirse de persona a persona de forma eficaz.

Clasificación propuesta por la O.M.S.
• Fase 1: Se refiere a virus que circulan entre los animales pero que aún no han causado ninguna infección en los humanos
• Fase 2: el virus, que afectaba a animales domésticos o salvajes, ha contagiado a alguna persona, por lo que puede considerarse una potencial amenaza de pandemia
• Fase 3: El virus afecta a pequeños grupos de personas y se da, por primera vez, la transmisión de humano a humano, y no sólo de animales a humanos. Sin embargo, son casos esporádicos y bajo ciertas circunstancias.
• Fase 4: El poder del virus para transmitirse entre personas se verifica y es capaz de provocar 'brotes comunitarios'. Esta situación aumenta significativamente el riesgo de pandemia. Cualquier país que sospeche o que verifique algún caso debe ponerse inmediatamente en contacto con la OMS para que evalúe la situación y coordine la respuesta. Esta fase indica un importante salto en el riesgo de pandemia, pero no quiere decir que ésta se produzca inevitablemente
• Fase 5: Se caracteriza por la propagación del virus de humano a humano en, al menos, dos países de una misma región. "Aunque muchos lugares no se ven afectados, la declaración de esta fase es un signo claro de que la pandemia es inminente y que el tiempo para poner en marcha todas las medidas necesarias se acaba", según la Organización.
• Fase 6: La fase pandémica. El brote de la enfermedad se ha registrado en más países de distintas regiones. Llegar a este nivel quiere decir que la pandemia ya está en marcha, ha comenzado. Ya no se puede prevenir, sino sólo tratar de controlar.


Ha habido un número de importantes pandemias en la historia humana, todas ellas generalmente zoonosis que han llegado con la domesticación de animales — tales como la viruela, difteria, gripe y tuberculosis. Ha habido un número de epidemias particularmente importantes que merecen una mención por encima de la «mera» destrucción de ciudades:
  1. Guerra del Peloponeso, 430 a. C. Un agente desconocido mató a la cuarta parte de las tropas atenienses y a una cuarta parte de la población a lo largo de cuatro años. Esto debilitó fatalmente la preeminencia de Atenas, pero la virulencia absoluta de la enfermedad evitó una mayor expansión.
  2. Peste antonina, 165–180. Posiblemente viruela traída del Oriente próximo; mató a una cuarta parte de los infectados y hasta cinco millones en total. En el momento más activo de un segundo brote (251–266) se dijo que morían 5.000 personas por día en Roma.
  3. Peste de Justiniano, comenzó en 541. El primer brote registrado de la peste bubónica. Empezó en Egipto y alcanzó Constantinopla en la siguiente primavera, matando (de acuerdo al cronista bizantino Procopio) 10.000 personas por día en su momento más activo y quizá un 40% de los habitantes de la ciudad. Continuó hasta destruir hasta la cuarta parte de los habitantes del Mediterráneo oriental.
  4. La peste negra, comenzó en el siglo XIV. Ochocientos años tras el último brote, la peste bubónica volvía a Europa. Comenzando en Asia, la enfermedad alcanzó el Mediterráneo y Europa occidental en 1348 (posiblemente por mercaderes italianos que huían de la guerra en Crimea), y mató a veinte millones de europeos en seis años, una cuarta parte de la población total y hasta la mitad en las zonas urbanas más afectadas.
  5. Cólera Primera pandemia (1816–1826). Previamente restringida al subcontinente indio, la pandemia comenzó en Bengala y se expandió a través de la India hacia 1820. Se extendió hasta la China y el Mar Caspio antes de disminuir.
    La segunda pandemia (1829–1851) alcanzó Europa, Londres en 1832, Nueva York en el mismo año, y la costa del Pacífico en Norte América por 1834.
    La tercera pandemia (1852–1860) principalmente afectó a Rusia, con más de un millón de muertos.
    La cuarta pandemia (1863–1875) se extendió en su mayor parte por Europa y África.
    La sexta pandemia (1899–1923) tuvo pocos efectos en Europa gracias a los progresos en salud pública, pero Rusia fue gravemente afectada de nuevo.
    La séptima pandemia, llamada «El Tor» por la cepa, comenzó en Indonesia en 1961 y alcanzó Bangladesh en 1963, India en 1964, y la URSS en 1966.
  6. La «gripe española» (1918–1919). Comenzó en agosto de 1918 en tres lugares alejados unos de otros: Brest, Boston y Freetown. Una grave y mortífera cepa de gripe se expandió por el mundo. La enfermedad mató a 25 millones de personas en el curso de seis meses; algunos estiman poner el total de los muertos por todo el mundo en más del doble de ese número. Unos 17 millones se estima que murieron en la India, 500.000 en los EE.UU. y 200.000 en Inglaterra. Se desvaneció en 18 meses y la cepa concreta nunca fue determinada.
  7. ...

MIEDO?

lunes, 27 de abril de 2009

Antologia de un secuestro

Detrás de la barra del bar todo se ve distinto, deben ser los efluvios del alcohol, la bayeta vileda, los hielos humeantes, la excitación de estar al acecho... Mi único contacto tras la barra fue durante la carrera, en las llamadas "fiestas del paso del Ecuador". Esas fiestas en las que ingresos y gastos se equiparaban, y que para lo único que servían era para pillarnos un pedal del quince.
Recuerdo que cuando me toco el turno, cada vez que me confundía al servir una copa, y ponía whisky donde debía poner ron, yo me la guardaba y si en cinco minutos no podía endosársela a nadie me la pimpaba, así que según Numbers ello tenía una reflexión matemática como la siguiente:

Axioma: Sirvo copa, me equivoco, me la guardo, no la vendo me la pimpo…
Velocidad: Cuanto mas pimpo mas me equivoco ergo mas pimpo…
Causa: No existen marcas de bebidas distintas solo colores de alcohol distintos, además los clientes con el alcohol no vocalizan, los camareros se fijan demasiado en los escotes de las chicas, nunca hay suficiente hielo en la cubitera…
Efecto: En esas fiestas los camareros son los más borrachos de la fiesta...

Este finde vivi otra experiencia al juntarse dos fenómenos particulares:
-uno conocido, los viernes bebemos mas de lo que deberíamos
-los camareros deben quedarse detrás de la barra.
Por separado esto no es un gran problema, Juntándolos te encuentras en una situación como la nuestra este viernes, enfrascados en una conversación absurda con los dueños de un bar.
De tres camareros que eran yo ya veía a seis, hasta ahí mi grado de lucidez. Además la conversación a entablar no tenía ni pies ni cabeza…
Nos queríamos ir pero nos enganchaban con un "además Zapatero tal y cual", y zas de vuelta a la absurdidad de la conversación. En todo momento mis ojos no se centraban en nada, un amigo golpeando la pierna de polaris pidiendole que corriera, mientras le iba ganando centimetros a la salida…al final, resolvimos, un cortante hasta luego, carrera y a la calle!!! Estabamos salvados.

Moraleja: En un bar esta terminantemente prohibido hablar de nada concreto durante mas de cinco minutos, mi consejo es que deis un sorbo y cambiéis de conversación y again again, sino correréis el riesgo de ser kidnapped!!!

jueves, 23 de abril de 2009

Mundo Viejuno

Me duele decirlo, pero me hago viejo con la edad, y eso que intento mantenerme en forma pero no hay semana en la que, tras hacer deporte, me sienta como Indiana Jones en su primera película. Al día siguiente de hacer ejercicio físico, me encuentro hecho una piltrafilla total. Es en esos momentos cuando me viene a la mente la escena del primer Indy en el barco Bantu Wind. “Un Indiana hecho polvo y gruñón, justificándole a Marion que esta acabado no por la edad sino por el rodaje”, aunque reconozcámoslo Indy, en la calavera de cristal estas ya para el arrastre.

Otro de los efectos nocivos de la edad es la falta de sueño, dormir menos horas de las habituales es en algunos casos hasta bueno. Pero en mi caso es un inconveniente. Me fastidia enormemente despertarme antes de que suene el maldito despertador, y últimamente estoy que me salgo.

Al principio eran cinco o diez minutos, pero ahora es media hora o cuarenta minutos antes. Esto hace que me sea imposible retomar el sueño, y eso me jod.. me jod… una barbaridad, no sabéis los sueños tan geniales que tengo…si no se me olvidaran al despertarme los compartiría. Tengo que empezar a tomar medidas, no para recordar los sueños sino para entrar en vela. Lo mejor será esconder el despertador de mi vista y dejar que su alarma me despierte.
Con suerte siempre me quedara tiempo para introducir 4, 8, 15, 16, 23 y 42 y evitar que esta maldita isla vuele por los aires.