Este año tenemos una pandemia peor que la porcina, y aunque en el fondo también tiene sus orígenes en los cerdos (banqueros e inversores inmobiliarios) cuenta con una serie de condicionantes que hacen que el mercado laboral no sea capaz de erradicarla.
La patronal se queja de que el mercado laboral es muy rígido y los costes de despido son más elevados aquí que en otras partes de Europa. Pero la teoría nos dice que los efectos de la protección al empleo son beneficiosos para el paro, sobre todo en periodos de crisis. Además, estudios empíricos (OCDE y Banco Mundial) llegan a la conclusión de que no existe una correlación entre tasas de paro y fuerte protección al empleo. En este sentido, EE UU, a pesar de tener una protección al empleo tres o cinco veces inferior al conjunto de la UE, cuenta con una tasa de paro idéntica a la europea.
El mercado laboral en España es suficientemente flexible, y no existen grandes dificultades para despedir, y el empresario que diga lo contrario, miente.
Un ejemplo anecdótico es que en épocas de bonanza, en las que el gobierno favorece la contratación de indefinidos, en seguida los empresarios realizan conversiones de contratos temporales para acogerse a las bonificaciones. Y cuando las cosas van mal acuden también al gobierno a pedir un ERE salvador…cogen el dinero y corren...pero se olvidan de reinvertir ese dinero en la empresa.
La solución al problema del paro no pasa por reducir el coste de despido. El problema de España es que el crecimiento económico se ha centrado en sectores poco productivos. Somos uno de los países de la UE con más empleo en ocupaciones que no requieren cualificación (9,9% de la población ocupada). En España las empresas han optado por ser improductivas, generalmente por motivos de mala gestión, contratación de directivos “a la antigua usanza”, sin formación, pero bien relacionados, realizar poca inversión en formación, tecnología, medios materiales…etc.
La patronal se queja de que el mercado laboral es muy rígido y los costes de despido son más elevados aquí que en otras partes de Europa. Pero la teoría nos dice que los efectos de la protección al empleo son beneficiosos para el paro, sobre todo en periodos de crisis. Además, estudios empíricos (OCDE y Banco Mundial) llegan a la conclusión de que no existe una correlación entre tasas de paro y fuerte protección al empleo. En este sentido, EE UU, a pesar de tener una protección al empleo tres o cinco veces inferior al conjunto de la UE, cuenta con una tasa de paro idéntica a la europea.
El mercado laboral en España es suficientemente flexible, y no existen grandes dificultades para despedir, y el empresario que diga lo contrario, miente.
Un ejemplo anecdótico es que en épocas de bonanza, en las que el gobierno favorece la contratación de indefinidos, en seguida los empresarios realizan conversiones de contratos temporales para acogerse a las bonificaciones. Y cuando las cosas van mal acuden también al gobierno a pedir un ERE salvador…cogen el dinero y corren...pero se olvidan de reinvertir ese dinero en la empresa.
La solución al problema del paro no pasa por reducir el coste de despido. El problema de España es que el crecimiento económico se ha centrado en sectores poco productivos. Somos uno de los países de la UE con más empleo en ocupaciones que no requieren cualificación (9,9% de la población ocupada). En España las empresas han optado por ser improductivas, generalmente por motivos de mala gestión, contratación de directivos “a la antigua usanza”, sin formación, pero bien relacionados, realizar poca inversión en formación, tecnología, medios materiales…etc.
Sólo me gustaría que los empresarios se den cuenta de la necesidad de cambiar su modelo productivo. Deben ofrecer puestos de trabajo de mayor calidad y estabilidad, adecuados a la cualificación de los trabajadores, los puestos que ofrecen actualmente no sirven para ser ocupados por trabajadores con niveles de cualificación profesional elevada y mayores expectativas profesionales.