jueves, 31 de enero de 2008

Tuesday I don´t care about you

Me encantan los jueves, puede que sea el día de la semana que de mejor humor estoy.
Claro que si tenemos en cuenta que el viernes yo lo cuento ya como fin de semana, mi semana mental se reduce únicamente a cuatro días de trabajo. Importante nunca dejar nada de trabajo para el viernes.

Como mucho se pueden dejar para ese primer día del fin de semana alguna reunión o entrevista, pero cosas importantes nunca. ¿Por que? por la maldita ley de Murphy (no la calavera de Monkey Island_tm sino el otro Murphy) no es la primera vez que me jorobo una tarde de viernes por trabajo mío o de otros.

Así que lo ideal es dejar ese día libre en la agenda, incluso arrancar la pagina, ¿viernes? ¿qué día es ese?, yo no lo tengo en mi calendario gregoriano, usted debe ser ingles.

La otra cosa que me gusta de los viernes es quedar con mis amigos de Astrocity los jueves noche a tomar cañas y bravas, entre frikada y frikada una cañita...y a tajarse así que me gustan los viernes.


I don't care if Monday's blue
Tuesday's grey and Wednesday too
Thursday I don't care about you
It's Friday, I'm in love

lunes, 28 de enero de 2008

Indignación

Ayer me ví sorprendido al ver la noticia,
un energúmeno que pide a una familia una indemnización de 20.000 euros para arreglar los daños que su difunto hijo de 17 años le causo en su Audi A8 cuando se dejo atropellar en una carretera nacional.

Atropelló a un chaval de 17 años cuando circulaba, según el informe del atestado, a 113 Km/hora en una zona de 90, (160 Km. según los peritos que se presentaron en el juicio), el chaval no llevaba reflectante, ni luces en la bici...pero ya sabemos que en la carretera al peatón no le protege 1 Tn de metal. Para más INRI dio 0,15 en la prueba de alcoholemia que se le realizo hora y media mas tarde y no en el acto. Lógicamente la familia gano el caso y la compañía de seguros indemnizo a la familia pero no al conducto al alegar que había cometido faltas graves de conducción.
El hijo de su madre no solo denuncia ante un juez este hecho sino que además se luce con los comentarios a la prensa:
"Era la única manera de cobrar el dinero. Y me esperé hasta el último día de
plazo para decidirme: "Yo también soy una víctima en todo esto, lo del chaval no se puede arreglar, pero lo mío, sí"."Soy empresario industrial", "No es que
los 20.000 euros me hagan falta, pero no tengo por qué renunciar a ellos".
"Estaba nervioso y le dije a alguien que me trajera un whisky con coca cola"
(justificando su tasa de alcoholemia)
Pues bien road victim no se que va a pasar el miércoles con tu caso ante el juez, pero por mi parte te puedes coger tus facturas de 20.000 euros del A8 y metértelas por donde se rompen los cestos, y si te duele puedes pedir a alguien que te traiga un whisky con coca cola, o mejor, que te traigan una botella de cada, te las metes por el mismo orificio y ojalá te hagan vacío, road victim!!!

viernes, 25 de enero de 2008

Ángeles perdidos

Últimamente estamos viendo en los noticiosos bastantes casos de niños desaparecidos, ¿esto no ocurría o antes los medios no le daban importancia a estas cosas? lo peor es que desgraciadamente todo real, y es algo que nos puede pasar a cualquiera, ¿o no?

Para los periodistas todo empezó con en caso Madelaine, después siguieron Jeremy y otros, y ahora esta la niña de etnia gitana Mariluz.
La pregunta que me hago es la parte de culpabilidad "pasiva" que tienen sus familiares, son casos de niños de menos de cinco años (niños patada) que han desaparecido bajo negligencia de los padres.

Yo cuando tenía esa edad (era un niño patada) vivía en un barrio obrero y recuerdo que mis padres no me perdían de vista ni me dejaban ir solo a los sitios (yo me pierdo tanto como Ryoga). Un ejemplo hasta 3º de EGB me acompañaban al cole y me recogían siempre, y eso que mi colegio estaba a menos de 500 mts de mi casa.

Se que es más fácil hablar que actuar, pero también es más sencillo echarle la culpa a terceros que asumir que la has cagado. De eso en España sabemos mucho. Gente mala la hay en todos lados. No es que culpe directamente a la familia pero todo es tan raro, raro...

La cruz: encontrarte con que misteriosamente se organiza una manifestación en Madrid a la que asiste el padre de una niña desaparecida, y coincidencias de la vida ese mismo día aparece el personaje en el Diario de Patricia (y no creo que gratis). No se vosotros pero a mi todo me da todo tan mala espina, y no porque sean de etnia gitana.

La cara: Al final sólo quedan niños desaparecidos, ángeles perdidos y la esperanza

miércoles, 23 de enero de 2008

¡Viva el Almacen de Don Manolo!

Debido a que me he convertido en un vago, últimamente cuando tengo que hacer la compra me desplazo en coche a un centro comercial con tienda de alimentación de gran superficie. Así que sustituyo el paseo a pie al establecimiento que realizaría en mi barrio por el paseo dentro del establecimiento a pie.

Una vez en la gran superficie comienza la odisea. Todos suponemos que la ubicación de los artículos que componen la compra tienen un orden lógico y normal, inamovible, dentro de la estructura de todas las grandes superficies. Nos Imaginamos que miles de estudiosos de la eficiencia han implantado unas sólidas bases optimas de distribución de espacios, de manera que si el salmón ahumado esta en esa isla y en ese estante es porque debe estar ahí y no en otro sitio...

Pues no señor!!! A joderse...cada supermercado tiene una distribución de artículos determinada por lo que al director, gerente o quién sabe le salio de los mismísimos. Así que aprovecha que hoy encuentras el salmón, porque mañana puede que ya no este por ahí.

El caos total llega cuando tu vas a otra gran superficie de la misma compañía y...tachán!!! es otro mundo distinto a la gran superficie que conoces, un nuevo universo de islas y estantes distribuidos al azar, donde salvo el vigilante de seguridad y las cajas lo demás esta donde Cristo perdió los clavos.

Con lo cual la aventura cotidiana de la compra se convierte en una odisea, lo mejor que haces ejercicio psíquico y físico comprando, entre tanto desplazamiento y memoria para saber que buscabas antes de perderte, en una hora y media de compra y de empujar al carrito, ir a la compra se convierte en una actividad deportiva satisfactoria.

¡VIVA EL ALMACEN DE DON MANOLO!