Ayer me encontraba de compras navideñas cuando polaris entro en una conocida tienda de informática a preguntar por un artículo, yo la espere en el coche y se me ocurrió estacionar en una de las cinco plazas azules libres de discapacitados.
Al ver que ya no había plazas libres me morí de vergüenza propia y ajena y decidí mover el coche y esperar a polaris en otro sitio, donde no quitara una plaza azul. Nada mas dejar la plaza zas otro no usuario la ocupó, con lo cual me di cuenta de lo incívicos que somos…, y yo el primero, por ocupar una plaza aunque permanezca en el coche.
Intentamos ante la gente dar la sensación de que nos importa este colectivo y que estamos sensibilizados con ello, pero la verdad es que nuestros hechos dicen todo lo contrario. Nos importan siempre que no molesten, es triste, pero pocas veces pensamos en ellos. No nos fijamos en las barreras que para ellos existen en nuestras ciudades.

Como el post me quedo algo sosainas…